Hace una semana estaba de vacaciones, en esta ocasión me fui a visitar Islandia, el país del hielo y el fuego. Un país fascinante y con una riqueza natural que no se puede comparar. Vengo encantada con el viaje, no solo por descubrir nuevos e interesantes sitios, sino por ver que medioambientalmente se están haciendo las cosas bien en alguna parte del mundo.
Para ponernos en contexto, os cuento un poquito acerca de este país.
La ubicación geográfica de Islandia hace de la isla un país con gran actividad volcánica y geológica ya que es parte de la dorsal meso-atlántica (cordillera donde se está formando la corteza oceánica). La isla además, está situada en un punto caliente, una zona de la corteza terrestre donde se acumula debajo el magma. Todas estas características hacen que en el interior del país veamos desde montañas, volcanes, desiertos y glaciares hasta inmensas cascadas de agua y geiseres…
La energía que utilizan en Islandia es prácticamente toda procedente de energías renovables, según nos indican en el aeropuerto nada más llegar este porcentaje es del 99%.
La energía que producen, cómo ya comenté en otro post es principalmente geotérmica e hidráulica. El pequeño porcentaje de energía fósil que utilizan es para el transporte.
El aumento del turismo en el país en los últimos años es bastante significativo.
En los últimos años está cada vez más de moda este país como destino turístico, su principal reclamo son los paisajes y el recorrer la isla viendo todas las maravillas que la naturaleza nos ofrece. Se prevé que siga aumentando la afluencia de turistas con los años y los islandeses quieren preservar su isla sin entorpecer con ello el turismo por lo que están apostando por un modelo de turismo sostenible en el que se proteja la naturaleza.
¿Qué se está haciendo hasta ahora para proteger la naturaleza de la isla?
En la semana que he estado visitando la isla he podido comprobar de primera mano las medidas que ya se están tomando para que los turistas no perjudiquen las maravillas naturales que tienen.
En los puntos de interés más importantes y más visitados tienen contenedores de basuras para que los turistas no dejen en cualquier lado los desperdicios. Podemos ver que tienen una buena concienciación del reciclaje, ya que hay contenedores de plásticos, de orgánicos y de papel muy bien identificados. Incluso en determinados sitios (hoteles, cafeterías y barrios residenciales) los contenedores de plásticos los separan en dos tipos de plásticos, los plásticos duros (botellas, latas de refresco, etc.) y los plásticos blandos (principalmente bolsas)
En las inmediaciones de los monumentos naturales y principalmente en los Parques Nacionales están muy bien marcadas las rutas por las que debe ir y permanecer el turista. Estas rutas están seleccionadas para no deteriorar la flora y no molestar a la fauna del lugar. Estos parajes son naturaleza en su estado más puro y así debe continuar para que se pueda seguir beneficiando todo el que lo quiera visitar. Todas las rutas están hechas para poder ver sin ningún problema cada lugar, por lo que es más que suficiente para que aprovechemos nuestra visita de forma sostenible con el medio ambiente.
Uno de los principales reclamos turísticos de Islandia son las rutas con auto caravanas para apreciar a tu ritmo el país, poder pararte en cualquier lado y disfrutar así de la naturaleza. Viajar de este modo es una gran forma de ver Islandia y para ello tienen determinados a lo largo de todo el territorio zonas para poder acampar. Están en los lugares más emblemáticos y tienen además a disposición de los campistas baños y aseos, así como zonas donde poder cocinar. Para proteger los parajes naturales, acampar fuera de estos lugares está prohibido.
En los supermercados no vemos bolsas de plástico, tenemos la opción de comprar una bolsa reutilizable, que suelen ser bastante resistentes y grandes, lo que nos permitirá utilizarlas posteriormente en multitud de ocasiones. También nos dan la opción de comprar por unos céntimos una bolsa de “plástico vegetal” totalmente biodegradable. En este sentido observo que es un país concienciado desde las autoridades en conservar el medio ambiente y no generar residuos innecesarios y perjudiciales.
Otro de los puntos donde se dan acumulaciones de gente son los “hot pot”, estos son los baños termales que abundan a lo largo del país. En estos lugares lo que indican a todas las personas que se quieren dar un baño es que antes de entrar en el agua es obligatorio ducharse bien para no contaminar las aguas con nuestras cremas, maquillajes, sudor etc. ya que son aguas naturales que en muchas ocasiones no están tratadas (o son muy poco tratadas) por el hombre.
En definitiva, ¿Qué responsabilidad tenemos como turistas?
Una vez más, me doy cuenta que no cuesta nada ser un turista responsable. Si queremos seguir visitando paisajes naturales en toda su esencia, hagamos que parezca que nunca estuvimos allí. No es difícil visitar cualquier lugar y tener cuidado con las basuras que generamos, los lugares por los que podemos ir y no molestar ni entorpecer el curso natural de la madre tierra. Tendremos que fijarnos bien en las indicaciones y hábitos de los residentes para poder tomar conciencia de lo que hacen en su día a día para ser sostenibles y cuidar la naturaleza
Ser turistas responsables, no cuesta nada. Sigamos viajando, y sigamos siendo sostenibles.
[…] Respetar los espacios naturales y protegerlos siendo turistas responsables […]