El gasto de agua potable es cada día mayor y la cantidad de agua dulce de la que disponemos es limitada, por lo que cada día se hace más necesario utilizar de forma sostenible los recursos hídricos de los que disponemos. Vemos recomendaciones de todo tipo, como por ejemplo apagar el grifo mientras nos lavamos los dientes, cargar bien lavadoras y lavavajillas, incluso algunos más rústicos como guardar en un cubo el agua de la ducha que se desperdicia hasta que sale caliente, agua que después podremos utilizar por ejemplo para la descarga del inodoro, pero quizás no sea suficiente.
¿Por qué es un problema el gasto excesivo de agua?
El agua dulce de la tierra es limitada, se estima que sólo un 1% del agua del planeta es dulce (el resto está en el subsuelo, congelada en los polos y el agua salada de mares y océanos) es por ello que debemos gestionarla eficazmente y no malgastarla. Si no gastamos este agua dulce en lugares en los que se podría utilizar agua no potable, estaríamos ahorrando una gran cantidad de agua que podríamos gestionar de forma sostenible.
Un ejemplo de este derroche sin sentido lo tenemos en nuestro día a día. Dentro del agua que utilizamos en nuestros hogares, agua que podemos usar para beber, cocinar o ducharnos. Este agua también se usa para vaciar la cisterna del inodoro; en este caso es agua que va a desperdiciarse y que irá posteriormente a la depuradora. Es tan sólo uno de los ejemplos en los que podríamos usar un agua no potable, ya que no la vamos a usar para consumo, ahorrando así miles de litros de agua al año por hogar.
Existen algunas soluciones para enfrentarnos a esta problemática.
Hasta ahora estamos viendo que el uso del inodoro hace que se gaste diariamente una gran cantidad de agua potable, agua que podría perfectamente ser destinada a otros usos. Para solucionar esta situación han aparecido recursos que ayudan a gestionar mejor esta agua que no necesita ser potable.
Como ejemplo podemos ver un sistema de reutilización en los inodoros de las aguas provenientes de los lavabos, este sistema lo que hace es recoger el agua del desagüe del lavabo, posteriormente lo filtra y desinfecta (que puesto que no se utilizará el agua para beber podría valer con una desinfección básica) y luego se conduce esa agua a la cisterna del inodoro. De esta forma se estima que se podrían ahorrar entre 7.000 y 30.000 litros de agua al año por hogar. Actualmente Roca ya ha creado un lavabo con este sistema W+W
¿Cómo funciona?
Su funcionamiento es sencillo, el lavabo es como cualquiera de los que tenemos en casa, pero se le ha añadido un filtro, que podremos activar cuando utilicemos agua que podría ser filtrada y luego usada, por ejemplo cuando nos lavamos los dientes, la cara, las manos, etc. Y desactivaremos el filtro cuando usemos el lavabo para lavar ropa con tintes, con productos químicos, etc. En este caso el agua desechada iría (como ahora) directamente al desagüe para ser depurada posteriormente en las depuradoras de la ciudad.
Para llenar la cisterna hay dos entradas, una que viene de la red, y otra proviene del grifo de dicho lavabo, además a esta cisterna se le añade un pequeño depósito dispensador de lejía para poder aportar la dosis adecuada en cada descarga.
Una vez visto el funcionamiento, debemos analizar los pros y contras de este lavabo.
Las ventajas de este sistema sería el ahorro económico para el usuario, puesto que gastaríamos menos en la factura del agua, y a su vez un ahorro de agua potable.
Pero no todo son buenas noticias, la desventaja que le veo ahora mismo es el precio, este modelo concreto de Roca W+W cuesta algo menos de 4.000€ (IVA incluido), por lo que no es algo que se pueda permitir todo el mundo.
Una vez instalado tendríamos que preocuparnos de hacer un mantenimiento periódico del filtro y limpieza del sistema de almacenaje de agua. Después, simplemente el agua del lavabo se depositaría en el depósito de la cisterna y cuando hiciera falta descargaríamos la cisterna.
En definitiva, es una buena forma de empezar a gestionar el agua de forma sostenible. En próximos años iremos viendo como este modelo de reutilización de agua (y otros similares que vayan apareciendo) se irá implantando poco a poco en la sociedad, ya no solo por cuestión de sostenibilidad, sino también por cuestión económica.
Deberíamos estar cada día más concienciados del uso razonable del agua ya que la sobreexplotación no es sostenible y en el futuro habrá cada vez más problemas de sequías, debido al cambio climático serán más frecuentes y más severas.