Estas pasadas navidades se han realizado restricciones de tráfico en el centro de Madrid, medida que ha sido muy comentada, tanto por los partidarios como por lo detractores. El motivo por el que se han tomado estas medidas es la alta contaminación (que llegó a niveles críticos).
Estos picos de alta contaminación no son exclusivos de Madrid si no que aparecen en cualquier ciudad en la que se produzcan grandes acumulaciones de tráfico de vehículos contaminantes (principalmente vehículos diesel), lo que conlleva un problema de contaminación atmosférica. El tráfico no es el único causante de esta contaminación, pero es uno de los más constantes. Además del tráfico, el clima y el tipo de instalaciones de calefacción influyen en que en determinados momentos se sobrepasen los límites de contaminación marcados como saludables.
Los momentos de contaminación atmosférica más graves se dan cuando hay una alta concentración de coches de combustión interna circulando (los coches que emiten más gases contaminantes) y se agravan en algunas condiciones atmosféricas, como por ejemplo cuando hay una inversión térmica. La inversión térmica es un proceso natural que afecta a la circulación del aire en las capas bajas de la atmósfera, las que nos afectan directamente. Aunque por sí sola no representa un riesgo para la salud, aumenta los efectos de la contaminación atmosférica.
Como se ve en las imágenes, el aire se acumula en capas en función de su temperatura, se mueve constantemente, pero hay ocasiones en que este movimiento se interrumpe y se queda una capa de aire frío inmóvil cerca del suelo, este fenómeno (Inversión térmica) se da en noches despejadas. Cuando se interrumpe el movimiento de las capas de aire, se interrumpe también el movimiento de los contaminantes que van en el aire y es cuando se quedan atrapados estos contaminantes suspendidos más cerca del suelo, de modo que la población los está respirando constantemente.
Cuando se dan varias de estas circunstancias saltan las alertas de contaminación que se crean en función de unas mediciones de la calidad del aire que, llegando a unos límites establecidos, activan los niveles de actuación.
Siguiendo con el ejemplo de Madrid los diferentes niveles de actuación son:
- Preaviso: cuando en dos estaciones de medición cualesquiera de una misma zona se superan los 180 microgramos/m3 durante dos horas consecutivas.
- Aviso: cuando en dos estaciones cualesquiera de una misma zona se superan los 200 microgramos/m3 durante dos horas consecutivas.
- Alerta: cuando en tres estaciones cualesquiera de una misma zona (o dos si se trata de la zona 4) se superan los 400 microgramos/m3 durante tres horas consecutivas.
Para poner en funcionamiento las actuaciones, se tiene que haber superado algunos de los niveles comentados y además que haya una previsión meteorológica desfavorable, en ese caso se activarán las actuaciones pertinentes para cada escenario posible. Por poner un ejemplo, el escenario más grave (nivel 4) sería si superamos tres días consecutivos el nivel de aviso o 1 día el nivel de alerta. En este caso las medidas que se activarían serían:
- Medidas Informativas a la población
- Reducción de la velocidad a 70 km/h en la M‐30 y accesos
- Prohibición del estacionamiento de vehículos en las plazas y horario del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) en el interior de la M‐30
- Restricción de la circulación en el interior de la almendra central (área interior de la M‐30) del 50% de todos los vehículos (Se hará en función de la matrícula del vehículo, podrán circular en días pares los vehículos cuya matrícula acabe en número par y en días impares aquellos vehículos cuya matrícula acabe en número impar.)
- Restricción de la circulación por la M‐30 del 50% de todos los vehículos
- Restricción de la circulación de taxis libres, excepto Ecotaxis y Eurotaxis, en el interior de la almendra central (área interior de la M‐30)
- Medidas de Promoción del Transporte Público
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Además de estas alertas en el caso de Madrid se han tomado otras medidas puntuales. Durante unas fechas concretas (Del 2 al 11 de diciembre, del 16 al 18 de diciembre y del 23 de diciembre al 8 de enero de 2017) se ha cortado el tráfico a algunas de las vías principales del centro de Madrid, como por ejemplo Gran Vía, Atocha o la Calle Mayor.
El tráfico estaba cortado para los vehículos menos para los residentes en la zona, transporte público y casos especiales (cero emisiones, movilidad reducida…)
¿Sirven de algo estas medidas?
En cuanto a contaminación se refiere, la mejora de la calidad del aire es innegable. Los registros de los datos tomados en las estaciones de red de la calidad de aire son inferiores a aquellos que se dan cuando hay una circulación habitual de vehículos.
En cuanto a la restricción del tráfico o la peatonalización, no todo el mundo está contento, algunos piensan que peatonalizar determinadas calles puede perjudicar a los comerciantes, o que las personas van a tener dificultades para moverse por su ciudad. Nada más lejos de la realidad, la experiencia en ciudades que han peatonalizado calles céntricas ha mostrado aumento en el comercio al convertirlas en zonas comerciales por las que pasea mucha gente, lo que hace que haya una mayor afluencia a sus negocios. Hemos encontrado varios ejemplos en ciudades importantes de Europa:
En Londres, en la calle Oxford, durante la época navideña solo dejan parar a los autobuses y los taxis, así los peatones pueden hacer sus comprar más cómodamente.
En Roma, la Via del Corso es una de las calles principales que cruzan el centro histórico de la ciudad. Esta calle es una de las vías comerciales principales de la ciudad y una parte de la calle está reservada a los peatones, el resto (que tiene una longitud de 1.5km) solo tiene un carril para cada sentido.
En Paris llevan tiempo restringiendo parcialmente el acceso a la zona centro de la ciudad a los coches más contaminantes.
En Barcelona, la avenida Portal del Ángel, es una calle comercial, peatonalizada hace años, que desde entonces cuenta con una gran afluencia de personas que acuden a los establecimientos comerciales.
En Málaga, la calle Marqués de Larios fue peatonalizada en diciembre de 2002 y es una de las calles comerciales más importantes de España.
¿Qué se podría hacer?
Para tener ciudades más saludables, está claro que hay que tomar medidas y deben ser eficaces y sostenidas en el tiempo.
Todo esto requiere una buena planificación y una puesta en marcha progresiva para que todo el mundo se vaya acostumbrando poco a poco a los cambios. Quizás es la conclusión menos positiva de la experiencia de Madrid.
Aunque esta acción ha sido puntual, todo parece indicar que habrá un plan para proceder a tomar estas medidas de forma permanente y hacer así una ciudad más sostenible y más cómoda para los peatones.
Habría que potenciar otros medios de transporte como vehículos no contaminantes, transporte público, más carriles bicis también por el centro de las ciudades, etc.
En la peatonalización de las calles comerciales, habría que tener en cuenta la opinión de los comerciantes de la zona, al menos para hacerlo de modo lo más favorable posible.
Y quizás lo más importante es pensar que son medidas que beneficiarán a la salud de todos.
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