El pasado fin de semana hice una escapada a una ciudad europea que no conocía y a la vuelta del viaje puedo decir que, aunque en principio no tenía pensamientos de ver una ciudad sostenible, he venido gratamente sorprendida, ya no solo por el hecho de viajar y conocer sitios nuevos, sino porque he visto que sí se están haciendo bien las cosas en cuanto al tema que en este blog nos preocupa.
Bruselas es una ciudad sostenible y preocupada por el medioambiente. Os pongo ejemplos que he podido ver en tan sólo un par de días:
Hablaba en un post anterior de las peatonalizaciones de determinadas calles de las ciudades, pues en una de las avenidas principales en el centro de Bruselas (Boulevard Anspach) tienen media avenida peatonalizada, solo se permite entrar el coche para aparcar a los residentes y los vehículos de carga y descarga de mercancía, por lo que descubro gratamente que podemos andar sin problemas por la calle justo con las personas que van en sus bicicletas. La otra parte de la avenida tiene algo más de tráfico, pero solo durante los días laborables.
La bicicleta es uno de los medios de transporte habituales, se ven a todas horas y por cualquier calle o avenida que paseamos. También hay tranvías circulan por toda la ciudad, y nos permite desplazarnos a ver los puntos de interés de forma cómoda y sostenible.
Otra cosa que me gustó fue que en un supermercado conocido, al comprar nos dieron una bolsa de “plástico vegetal”, totalmente biodegradable. Al ser una gran cadena, imagino que lo harán en todos los países en los que trabajan, pero eso tengo que investigarlo ya que no es un supermercado que suela frecuentar.
Ya con estos detalles me estaba gustando mucho la visita, pero también descubro que hace años Bruselas está preocupada por el medio ambiente. Desde 1994 es considerada por la Unión Europea como ciudad verde, y en 1996 se le concedió la distinción de ciudad europea sostenible.
En tan sólo dos días y sin ir buscando “detalles sostenibles” me he encontrado con bastantes indicios de que en España se pueden mejorar muchas cosas y que tenemos los ejemplos muy cerca. ¡No debe ser tan difícil!
Investigando un poco más sobre esta ciudad sostenible descubro que también en Bruselas se encuentra el edificio «verde» más alto de Europa, una torre de 113 metros de altura sostenible en términos de ahorro y consumo energético o que detrás de sus grandes complejos de acero y cristal se esconden multitud de iniciativas como por ejemplo apicultura urbana.
Para los que como yo, queráis visitar Bruselas de forma verde, acabo el artículo con este vídeo que muestra las diferentes opciones para realizar “Your green trip to Brussels”